Las empresas o distribuidores deben traducir los manuales de instrucciones‬ de sus productos a los idiomas oficiales de los países en los que se van a comercializar, a fin de no comprometer la seguridad de sus usuarios.

En los aparatos importados es obligatorio que los documentos informativos como instrucciones, componentes de seguridad e información de puesta en servicio de máquinas aparezcan traducidas al idioma oficial del país donde se comercialice el producto.

Los manuales de los productos de reciente incorporación al mercado a veces están redactados únicamente en inglés, lo que impide que sean entendidos por todos los usuarios, con el consiguiente riesgo de un uso inadecuado del producto. Las autoridades públicas competentes sancionan a las empresas que una vez notificadas siguen omitiendo una versión de las instrucciones en el idioma del país donde se comercialice el producto.

Mejor empresa de traducciones

Además, los manuales deben estar redactados en un lenguaje comprensible, concreto y claro para cumplir bien su función: explicar el modo de uso y las aplicaciones del producto.

¿Qué tipo de máquinas se ven afectadas por esta obligación?

Es obligatorio traducir los manuales de máquinas, equipos intercambiables, componentes de seguridad, accesorios de elevación, cadenas, cables y cinchas o dispositivos amovibles de transmisión mecánica que se vendan en los países de la Unión Europea, además de Islandia, Liechtenstein, Noruega, Suiza y Turquía.

¿Es necesaria la traducción de todo el manual?

Sí. En principio se requiere la traducción de la totalidad del manual.

Es necesario indicar si el texto del manual es original o si se trata de una traducción del manual original.

Como excepción, los manuales para tareas de mantenimiento que deba realizar el personal habilitado por el usuario quedan exentos de la obligatoriedad de traducción.

En cualquier caso, es obligatoria la traducción de cualquier documento referente a la seguridad de maquinarias.

Sanciones si no se traduce el manual

En España, si no se presenta una traducción del manual de instrucciones (o si la traducción está incompleta), se considera infracción de conformidad con la Ley 21/1992 de 16 de julio, y puede conllevar sanciones tanto para el fabricante como para el distribuidor. Ambos son los responsables de llevar a cabo la traducción a través de una empresa de traducción o traductor profesional.

¿De cuánto estamos hablando?

  • Sanciones de hasta 3.000 € para infracciones leves
  • Sanciones desde 3.000 € hasta 90.000 € para infracciones graves
  • Sanciones desde 90.000 € hasta 600.000 € para infracciones muy graves

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